Soy Laura y esta es mi historia

  Soy Laura y esta es mi historia


Hola, soy Laura y esta es mi historia. Todo empezó cuando me invitaron a una fiesta de disfraces en una parcela en mitad de la sierra. El tema era el terror. Yo me disfracé de bruja y mi novio, Carlos, de vampiro.
Al llegar nos quedamos impresionados. Era una casa enorme, antigua y lujosa. Había luces, música y mucha gente. Todos iban disfrazados de monstruos, fantasmas y asesinos. Era una fiesta muy divertida.
Nos mezclamos con los demás invitados y nos lo pasamos muy bien. Bailamos, bebimos y reímos. Había un ambiente muy bueno y nadie se tomaba nada en serio. Era una noche perfecta.
Hasta que todo cambió. De repente, se cortó la luz y se hizo el silencio. Todos nos quedamos quietos y nerviosos. No sabíamos qué pasaba. Pensamos que era una broma o un apagón.
Pero no lo era. Al cabo de unos segundos, se oyó un grito desgarrador. Luego otro, y otro más. Era el sonido del terror y del dolor. Alguien estaba atacando a los invitados. Alguien o algo.
Se encendieron unas velas y vimos la escena. Había sangre por todas partes. Había cuerpos mutilados y desmembrados. Y había zombies. Sí, zombies. Seres muertos que se habían levantado de sus tumbas para devorar a los vivos.
Nos quedamos paralizados. No podíamos creer lo que veíamos. Era como una película de terror, pero real. Los zombies eran horribles y feroces. Nos miraban con hambre y se acercaban a nosotros rápidamente.
Carlos y yo hicimos los posible por escapar. Corrimos hacia la puerta principal, pero estaba cerrada con llave. Buscamos otra salida, pero todas estaban bloqueadas. Estábamos atrapados en una casa en mitad de la nada con los zombies.
No sabíamos qué hacer. Teníamos que defendernos como fuera. Buscamos armas improvisadas y nos preparamos para luchar. Yo cogí una espiocha y Carlos una escoba y algunas piedras. Nos pusimos espalda con espalda y esperamos el ataque.
Los zombies nos rodearon y Carlos empezó a insultarles "por si los desmoralizaba" segun él. -Laura, no se si saldremos con vida pero una hostia se llevan. Fue una batalla brutal. Algunos zombies cayeron al suelo, pero otros seguían avanzando. Eran muchos y nosotros pocos.
Pensé que íbamos a morir. Pensé que era el fin de todo. Pensé que nunca volvería a ver el sol ni a sentir el amor. Pensé que era injusto morir así, en una fiesta de disfraces que se había convertido en una pesadilla.
Pero entonces ocurrió algo increíble e inesperado: llegaron los del seprona. Con su todoterreno pudieron abrirse paso entre la multitud de zombies hasta donde estábamos nosotros. Por desgracia no había mas supervivientes.
Una vez a salvo y alejado de aquel infernal sitio preguntamos a nuestros salvadores como habían podido encontrarnos en mitad de la sierra.
Al parecer durante varios días habían estado apareciendo cadáveres de animales por los alrededores. No le dieron mayor importancia hasta que una comadreja, aparentemente muerta, dió un salto y se comió la cara de su compañero. FIN

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